Autor: Rafael Victorio Ruiz
TAPACHULA, Chis.- La demanda de cacao de calidad en América Latina crece a pasos agigantados y la región del Soconusco en Chiapas es “ideal, la más óptima para producirlo”, sobre todo cuando han logrado un manejo de plantaciones que permite controlar la moniliasis, la plaga más importante del cultivo a nivel mundial.
Y es que los principales productores –Ghana y Costa de Marfil- se enfrentan a problemas de inestabilidad y fragilidad política que ponen en riesgo a los industriales que echan la vista hacia esta zona, en donde además han encontrado la materia prima especializada ante el nuevo nicho del cacao utilizado desde el punto de vista terapeuta.
En ese sentido, el grano de Chiapas es el de la mejor calidad y ofrece muchas posibilidades por sus colores y sabores, pero también la cercanía con el principal consumidor, los Estados Unidos y ahora se abren otros de mercados muy importantes en Europa.
Se ha establecido que el cultivo del cacao mejora a la humanidad por sus beneficios ambientales, de salud y nutrición, por tanto debe incentivarse su consumo local en los desayunos escolares y solamente con ello se tendría garantizada la comercialización de toda la producción.
El jefe del Programa de Mejoramiento Genético del Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza (Catie) con sede en Costa Rica, Wilbert Phillips, señaló sin embargo que un factor que preocupa es el avance de las enfermedades como la moniliasis que a México llegó en el 2005 y se diseminó muy rápidamente.
Reconoció que en Chiapas el manejo de plantaciones ha permitido el control y sostener la producción, pero “el panorama del futuro depende de las acciones que se tomen ahora, tal como se está haciendo, en una coordinación entre instituciones y productores”.
“Si se logra controlar la monilia se tendrá un futuro en ascenso en la producción de cacao, aunque para ello se requiere también de variedades resistentes y la renovación de plantaciones viejas, pero también cuidar, conservar y preservar los materiales locales de alta calidad, tal como lo está haciendo el centro de investigación de Rosario Izapa”, señaló.
El fitopatólogo y líder en mejoramiento genético del cacao a nivel mundial fue entrevistado en el marco de una serie de cursos a técnicos y productores, reconoció que aquí han sabido enfrentar la plaga de la moniliasis porque en algunos países de Centroamérica, entre ellos Costa Rica, la producción prácticamente desapareció y apenas están reiniciando con nuevas plantaciones ya de alta calidad genética.
NO HAY ESCOBA DE BRUJA
El especialista, quien durante más de 25 años se ha dedicado al estudio de materiales genéticos y al mejoramiento de variedades de alta resistencia, alta productividad y calidad, mencionó que otra de las plagas letales para el cultivo es la “escoba de bruja” que, en el área de América Latina, solamente se ha detectado en Panamá, pero “se debe estar muy al pendiente de cualquier indicio para tomar las medidas necesarias”.
“En Centroamérica ya se distribuyen variedades tolerantes a la enfermedad de la moniliasis y aunque la mayoría de los genotipos son susceptibles a la plaga, se tienen resultados de afectaciones a menos del diez por ciento de los frutos, cuando tenemos zonas que abandonaron el cultivo a consecuencia de los daños de la plaga”, sostuvo.
“La moniliasis será un factor determinante para el cultivo del cacao y de su manejo depende el futuro”, insistió el investigador quien hizo un reconocimiento a las acciones emprendidas en Chiapas a través del Instituto para la Reconversión Productiva y Agricultura Tropical (Irpat) que con el manejo de las plantaciones y sus labores culturales ha logrado el control de la plaga y el incremento en la producción.
Mencionó que la moniliasis y la “escoba de bruja” son dos plagas afines aunque causan daños diferentes, la primera solamente afecta a las mazorcas –fruta- y la segunda a las ramas, brotes nuevos y plántulas de viveros, pero “en México no hay y los riesgos que llegue existen, aunque son muy lejanos por el momento”.
Pero pidió estar muy atentos y evitar la introducción de materiales genéticos de zonas infectadas –actualmente la “escoba de bruja” solamente está presente en Panamá-, porque en la semilla puede venir y poner en riesgo al cultivo.
Pero insistió que el panorama del cacao en Chiapas dependerá en el futuro de lo que se está haciendo ahora, del esfuerzo de las instituciones, de los productores y de los científicos, tomando en cuenta sobre todo que tienen las mejores tierras del mundo para su producción con una calidad excelente que le permite tener un mercado asegurado.
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