Columna Escenario
Rafael Victorio Ruíz
Lo que está ocurriendo en Chiapas durante esta temporada de lluvias -falta lo peor- demuestra que no se realizaron los trabajos de reconstrucción durante el paso del huracán "Stan", que la reforestación en las partes altas no ha dado resultados, que los ríos no fueron desazolvados y en las carreteras se hicieron pésimos trabajos. Una simple visita de personal del Órgano de Fiscalización Superior de la Federación les haría ver la realidad del saqueo que se cometió hace cinco años con los recursos por más de 11 mil millones de pesos que destinó el gobierno federal para atender la devastación en las regiones Costa, Soconusco, Sierra y Frailesca.
En el multimillonario fraude no solamente hubo participación del ex gobernador Pablo Salazar Mendiguchía, sino también de funcionarios federales que no cumplieron su responsabilidad. La Conagua y Semarnat son dos de las dependencias en donde sus titulares -pasados y presentes- han incurrido en irregularidades, porque aún sabiendo que los ríos habían quedado totalmente azolvados no hicieron nada, ni en ese año -finales del 2005- ni en los siguientes y lo mismo pasó con la reforestación en las zonas altas y en las cuencas hidrológicas; es más, se dice que miles de arbolitos no se sembraron, aunque se argumenta que son de largo tiempo para que crezcan pero ya nadie cree, porque tampoco aceptan llevar a los reporteros o medios de comunicación a las zonas reforestadas, porque en las campañas que se realizan durante los días del Árbol o del Medio Ambiente se siembran en terrenos planos y quien les da atención y seguimiento para que no se mueran son los propietarios de esas tierras que a la larga saldrán beneficiados.
En los últimos días hemos sido testigos de decenas de deslaves y derrumbes en las partes altas, de encharcamientos e inundaciones en las zonas bajas, no solamente en la Sierra, Costa y Soconusco, sino también en Tuxtla Gutiérrez, la capital del estado, en donde lamentablemente ya hubo un saldo trágico de cinco personas muertas. La destrucción de los recursos naturales es la causa principal de estos fenómenos y lamentablemente los chiapanecos no hemos aprendido las lecciones. En 1998 y en el 2005 desaparecieron cientos de colonias urbanas y comunidades rurales, hubo decenas de fallecidos y los responsables de la reconstrucción se llevaron el dinero. No se hicieron los trabajos adecuados y ahora sufrimos las consecuencias, pero tampoco se ha hecho justicia.
Castigo para los responsables del saqueo es el clamor generalizado que no ha sido escuchado por las autoridades competentes encargadas de las investigaciones, en este caso el Órgano de Fiscalización Superior de la Federación, la Procuraduría General de la República y la Procuraduría General de Justicia del Estado. Las únicas auditorías practicadas por la desaparecida Contraloría General del Estado -hoy Secretaría de la Función Pública-, mostraron un desvío de más de mil cien millones de pesos en los que decenas de funcionarios públicos estaban involucrados, pero ninguno ha sido detenido. Todos, encabezados por el sátrapa, Pablo Salazar, gozan de impunidad.
En estos días el territorio chiapaneco se ha visto afectado por lluvias intensas, muchos caminos y carreteras están cerrados por derrumbes y deslaves, otras se han socavado y algunas de ellas fueron de las reconstruidas durante el "Stan", como el tramo entre Cacahoatán y Unión Juárez que se está cayendo. Los pronósticos son reservados y las propias autoridades reconocen que la tierra no retiene el agua, una porque ya se saturó y otra, está deforestada. Así que debemos prepararnos para lo peor.
Mucho se habla de la autoprotección y de la prevención pero con los recursos naturales no se juega; de un momento a otro ocurren fenómenos que nunca antes se habían presentado, como sucedió en la capital del estado, en donde las inundaciones agarraron a los responsables de Protección Civil como el "tigre de Santa Julia". Los daños son conocidos por todos. Por ello, hoy más que nunca, cuando se requieren recursos para acciones preventivas y reconstructivas, se hace necesario que a los saqueadores del "Stan" se les obligue a regresar lo que se llevaron y se haga justicia.
A escena
La senadora chiapaneca María Elena Orantes López, quien nunca acude a los eventos organizados por organismos productivos y empresariales a los que es invitada, sino sólo a las actividades que le preparan aplaudidores que le doran la píldora de que puede ser la próxima gobernadora del estado. Hay que reconocer que en los últimos días ha hecho propuestas para que se incrementen los recursos del Fonden que permitan atender afectaciones causadas por las lluvias en diversos estados del país, entre ellos Chiapas... Por cierto, hace unos días los diputados federales Sami David, Roberto Albores Gleason, Julián Nazar Morales y Sergio Lobato García, acudieron a un encuentro con líderes de cámaras empresariales y colegios de profesionistas de la costa chiapaneca que les presentaron una serie de propuestas que ellos se comprometieron a impulsar en materia fiscal, económica, política y social. La senadora no acudió porque los legisladores "le harían sombra"... En San Cristóbal de Las Casas hasta el Colegio de la Frontera Sur (Ecosur) se sumó a las protestas de ciudadanos que exigen evitar construir un centro comercial en los campos deportivos. ¿Se unirán en Tapachula para pedir que respeten los terrenos de la FIT? Es sólo pregunta... Por cierto las demandas laborales en contra de los directivos de la Feria Internacional de Tapachula siguen su curso. Las autoridades de la Junta de Conciliación y Arbitraje ya dieron los primeros veredictos a favor de los empleados. El presidente de esa asociación civil, Héctor Cano de la Torre está más preocupado en ver qué saca de la negociación para "cambalachear" los terrenos que atender las demandas de los socios de que rinda cuentas. Sólo para adornar una "T" en la entrada de la muestra de febrero y marzo metió gastos por más de 1.3 millones de pesos... Hasta la próxima.
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