Rafael Victorio Ruiz
El Partido de la Revolución Democrática (PRD) se está despedazando en Chiapas; su dirigente, Alejandro Gamboa López, ha abandonado a la militancia a su suerte para proteger a bandidos y delincuentes, quienes promueven hasta invasiones de predios semiurbanos como negocio redituable. Ejemplos hay muchos, como el caso del secretario de Organización, Cuauhtémoc López López, quien ya no haya qué más hacer en busca de conseguir dinero para pagar sus múltiples deudas, por las que ya le iniciaron procedimientos judiciales.
Este junto con el exdiputado federal plurinominal, Octavio Díaz Reyes, cesado de la Secretaría del Campo, por actos de corrupción según el expediente SC/434/2009, supuestamente participaron en la “adulteración” de una escritura pública para poder comercializar un predio que tiene dueño y quien al enterarse interpuso las denuncias correspondientes. El terreno por cierto está embarcado en el expediente 278/2009 en el Juzgado Tercero Civil, pero aún así lo quisieron vender y al no poder hacerlo, ahora impulsan su invasión.
López López además enfrenta una serie de denuncias por adeudos a diversas personas y empresas, entre ellas a una de publicidad a la que no le paga después de tres años la propaganda que le hicieron como candidato a diputado local por la Zona Alta de Tapachula que perdió con Neftalí del Toro Guzmán del PRI.
Ellos dos, se dicen contar con la venia del líder estatal perredista Alejandro Gamboa para realizar ese tipo de acciones que en un momento dado podrían traer desestabilización en el estado, aunque ya al interior del PRD lo han hecho y se traen todo un conflicto con sus propios compañeros, tanto que al Comité Directivo Estatal muchos militantes le están exigiendo que realicen el pleno, al que tiene que convocar precisamente el presidente y el secretario de Organización.
Ellos, junto con otro exregidor y exdirigente municipal en Tapachula, Ricardo Gómez Huerta, pretenden apoderarse del PRD en ese municipio y promovieron la expulsión de varios de sus compañeros acusándolos de no pagar sus cuotas, pero resulta que tampoco ellos las han pagado. O sea, están igual o peor que a los que acusan, pero toda esa situación, por la complacencia de la dirigencia estatal que mantiene abandonados a los comités municipales, tanto que Alejandro Gamboa, desde que tomó el cargo, nunca se ha ido a parar a la segunda ciudad en importancia del estado, lo que demuestra su nulo compromiso con el perredismo.
En los pasados comicios muchos perredistas, entre ellos López López, Octavio Díaz y Gómez Huerta, se fueron directamente a apoyar al candidato del PRI-PVEM, Neftalí del Toro Guzmán, quien finalmente perdió los comicios y estos quedaron evidenciados, no quedándoles otras que emprenderla en contra de los otros “jefes” de grupos amarillos pidiendo la expulsión y con ello, las divisiones se agudizan desde ahora y las consecuencias las podía pagar Alejandro Gamboa, al que ya le quedan pocos meses en el cargo.
Abandono de alcaldes
Los alcaldes de Mazatán, Suchiate y Huixtla, Carlos de la Cruz Alsur, Manuel Eleazar Serrano de la Torre y Porfirio Lugardo López, respectivamente se encuentran en el ojo del huracán, porque ante las serias afectaciones que las lluvias causaron en sus municipios ellos no han aparecido para brindar ayuda. Ellos han sido acusados por la población de sus respectivos municipios de enriquecerse con los recursos públicos, de adquirir ranchos, casas y carros, convirtiéndose en los nuevos millonarios de la región.
A éstos les cayeron de sopetón las autoridades estatales y mientras éstas atendían a los damnificados, los ediles nunca se aparecieron e incluso, se dijo que andaban fuera de sus municipios. O sea, mientras los habitantes se estaban ahogando, ellos buscaron “refugio” en otras partes. El trío de ediles –uno del PRD, otro del PAN y el tercero del PRI-, se encuentran en líos financieros, tanto que grupos de auditores del Organo de Fiscalización Superior ya les enviaron una serie de recomendaciones por las múltiples irregularidades encontradas en la presentación de sus cuentas mensuales, que por cierto llevan con mucho atraso.
Las lluvias de los últimos días fueron severas y hasta ahora, precisamente en Mazatán, Suchiate y Huixtla, la situación sigue siendo de emergencia y eso que todavía falta el resto de septiembre y octubre, considerados por las autoridades del ramo que serán de “alto impacto”, pero a los alcaldes eso no les interesa y no previenen nada, no atienden a los afectados, pero sí buscan protegerse por todas las corruptelas cometidas.
A escena
Por cierto, el alcalde de Suchiate, Manuel Eleazar Serrano de la Torre, mantiene un adeudo desde hace un año con la familia que le renta una casa a su esposa e hijos, a los que mantiene abandonados. Imagínense ¿Si así tiene a los de su propia sangre cómo tendrá al resto de la población que ahora sufre por las inundaciones? El proceso jurídico para fijarle la pensión alimenticia para sus vástagos está en marcha… Con motivo del Bicentenario de la Independencia, la Secretaría de la Defensa Nacional, distribuye entre la ciudadanía de la frontera sur paquetes de los símbolos patrios: una bandera y un himno nacional, ello aparte de una carta firmada por el Presidente Felipe Calderón, que hace referencia a los festejos y su importancia… Tuxtla Gutiérrez y Tapachula, las dos ciudades más importantes del estado, se encuentran en “estado de desastre” en sus calles y avenidas. La falta de mantenimiento y las lluvias tienen a muchas de ellas intransitables. Ahora es cuando se requeriría la operación de aquella famosa maquinaria de pavimentación “El Dragón”, de la que ya nadie habla y quien sabe en donde quedó arrumbada. Alguien en la Secretaría de Infraestructura debe dar una explicación. Sólo es una sugerencia, porque cada vez que un ciudadano cae a un bache con su vehículo, recuerda y muy mal a las autoridades… Hasta la próxima.
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