Peligroso camino de migrantes

Autor: Rafael Victorio Ruiz

ARRIAGA, Chis.- El camino de los migrantes centroamericanos hacia los Estados Unidos se complica al llegar a territorio oaxaqueño, en donde muchos de ellos son asaltados, secuestrados y extorsionados.

Portando cruces amarradas con alambre de  púas, varios de ellos, hacen ver el sufrimiento que tienen que pasar para cumplir el “sueño americano” y muchos no lo logran.

En el parque central de esta población, en donde toman el tren para viajar hacia Chahuites e Ixtepec en Oaxaca, la zona más conflictiva para ellos, los jovencitos Manuel y José, ambos hondureños, explican que han caminado mucho y esperan llegar al país de “los billetes verdes”.

Ellos participaron en una marcha “Paso a paso por la paz”, en el marco de una campaña impulsada por organismos defensores de derechos humanos internacionales y nacionales que exigen proteger a los que les brindan protección.

“Llegamos caminando, desde el Suchiate. Gracias a Dios no hemos sufrido agresiones en este tramo, pero tenemos temor por lo que nos falta”, dicen mientras comen unas naranjas que les regalaron.

Son cientos de centroamericanos que se internan sin documentos a territorio mexicano para cruzarlo en busca de lograr el “sueño americano”, pero en su camino son asaltados, robados, secuestrados y extorsionados, otros incluso hasta asesinados, pero “no nos queda de otra que intentarlo porque en nuestra tierra no tenemos oportunidades de trabajo y lo único que nos queda es emigrar”.

-Me vine porque no hay otra alternativa. En Honduras no hay trabajo y quiero ayudar a mi familia, dice Manuel, de unos 17 años, que junto con José todavía menor que él, esperan subir al tren en las próximas horas para seguir el viaje hacia el norte.

El ferrocarril que cubre la ruta de Arriaga, Chiapas a Ixtepec, Oaxaca, partió ayer y lo hará nuevamente hasta el sábado por la tarde-noche, tiempo en el cual permanecerán aquí, ayudados por integrantes de albergues, aunque en los últimos días ha surgido el temor por operativos instrumentados por el Instituto Nacional de Migración (INM) que ha detenido a muchos para deportarlos.