Autor: Rafael Victorio Ruiz
ZONA ARQUEOLOGICA IZAPA, Chis.- En este lugar sagrado, de donde surgió el Calendario Maya de 260 días, se realizó por primera vez en los últimos 500 años la ceremonia “Fuego Nuevo”, y desde aquí guías espirituales indígenas hicieron un llamado a la unidad y al fortalecimiento de la familia tomando como base a la mujer, así como a proteger la tierra y a los recursos naturales.
En lo que fue el campo de pelota, en medio de monumentos arqueológicos que datan de hasta mil 500 años antes de Cristo, se mostró la cosmovisión maya, la integración del agua, el fuego, el aire y la tierra, representados con flores, licor, velas y pozol que demuestra “el reintegrar lo que nos ha dado la vida”.
La ceremonia en el marco de la celebración del “Día de la Mujer” en el calendario maya reunió a decenas de personas y a un grupo de niños, la mayoría vestidos de blanco, que recibieron las “buenas vibras y la energía del fuego sagrado”.
Y es que Izapa es considerado como la “puerta del pasado y la raíz del futuro”, y aunque ha sido preservada en forma adecuada, en la práctica no hay un conocimiento a fondo de lo que representa.
El guía espiritual tat, Rigoberto Itzep Chanchaval junto con otros ocho sacerdotes mayas –cinco hombres y cuatro mujeres en total-, encabezó la ceremonia, en la que hicieron oraciones por la paz, por la reconciliación, la unidad y la fraternidad, pero siempre en el marco de reconocimiento a la mujer como base de la familia.
En las zonas arqueológicas de Honduras, El Salvador y Guatemala a la misma hora se estarían efectuando eventos similares a los que por primera vez que efectúan en Izapa, para lo cual los organizadores reconocieron la disposición del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) por el permiso otorgado.
Los distintos olores derivados de las flores, el copal, el cacao, licor, maíz y tierra utilizados en la ceremonia dieron un toque mágico. “Se nos abre una etapa para reflexionar para entrar en una nueva etapa de no más maltrato a los ríos, a los bosques y por el respeto a la naturaleza. Ojalá que la tecnología y quienes la impulsan entiendan que sin la tierra, el agua, el fuego y el aire no hay tecnología”, diría Itzep Chanchaval.
En presencia de estudiosos, arqueólogos y autoridades, entre ellos el alcalde de Tapachula, Ezequiel Orguña Morga, quien llevó la representación del gobernador Juan Sabines Guerrero, el guía espiritual maya estableció que “Izapa guarda las raíces de la cultura de Chiapas, del maíz y del cacao, por lo que esto nos sirve para revivir la hermandad entre hermanos”.
IZAPA
La Zona Arqueológica Izapa tuvo su iniciación entre los años mil 500 y mil 250 antes de Cristo y en ella se encuentra la estela conocida como “El Arbol de la Vida, la Creación del Universo”, aunque todavía muchas de sus partes se encuentran sin explorar.
El coordinador de Fundación Izapa Cosmos, Rodolfo Juan Flores y el arqueólogo, Garth Norman, establecieron que ahí se ubica el observatorio más importante del calendario maya y una rica herencia cultural.
Niños y adultos participantes en la ceremonia fueron sometidos a una “limpieza espiritual”, por los guías y sacerdotes, quienes instalaron una bandera con los colores rojo, amarillo, negro y blanco que “son los colores del maíz”.
El alcalde de Tapachula, Ezequiel Orduña Morga, afirmó que Izapa representa la cuna de la cultura maya y este tipo de ceremonias ayuda a su promoción internacional que podría convertirla en un centro de atracción para el turismo.
Para la celebración del “Fuego Nuevo” –que por primera vez que efectúa en una zona arqueológica de México-, los organizadores tuvieron que cubrir una serie de requisitos exigidos por el INAH, al ser Izapa un lugar sagrado.
Los guías espirituales mayas entregaron reconocimientos a los organizadores de la ceremonia que permitieron la hermandad de las culturas, entre ellas uno dirigido al gobernador Juan Sabines Guerrero, que fue recibido por el alcalde tapachulteco, por “revivir la hermandad entre los pueblos hermanos y dar vida a la cultura maya”.
Mientras que las cenizas que quedaron en el lugar, al terminar el fuego, fueron llevadas a un lugar especial, porque “representa la pureza de espíritu y recuerdo de nuestros antepasados”.
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