domingo, 19 de diciembre de 2010

En educación, reprobados

*.- Escuelas de Chiapas carecen hasta de agua y luz.

Autor: Rafael Victorio
 TAPACHULA, Chis.- La falta de infraestructura y tecnología impiden el desarrollo de la calidad educativa en Chiapas; decenas de escuelas primarias y secundarias enfrentan no solamente la falta de equipo y salones, sino hasta de agua potable y energía eléctrica.
Miles de niños reciben clases en mobiliario y salones improvisados, agobiados por las temperaturas cambiantes –lluvias y fuertes calores o frío-, en muchos casos bajo un alto riesgo porque las instalaciones están a punto de colapsar por lo viejo de las mismas a la falta de mantenimiento.
De acuerdo a los padres de familia, la Secretaría de Educación se ha deslindado de la responsabilidad de dar mantenimiento a los edificios escolares que corren a cuenta de ellos mismos e incluso de las tiendas escolares que anualmente aportan recursos a través de las inscripciones.
Los trámites y solicitudes para que construyan una o varias aulas en alguna escuela tardan años, pero mientras tanto los niños y maestros se enfrentan a las inclemencias del tiempo.
Esa problemática no solamente se da en las escuelas de las comunidades rurales sino también en las ubicadas en la zona urbana o en colonias populares.
“En Chiapas construimos educación”, es el slogan de la Secretaría de Educación, pero a la escuela primaria “Lucio Cabañas” no ha llegado. Carece de todo, hasta de agua potable y energía eléctrica, por si fuera poco hasta de sanitarios, a pesar de que se localiza en una colonia periférica de Tapachula apenas a cinco minutos del centro de la ciudad en la colonia “Las Delicias”.
Fundada en 1995 apenas cuenta con dos salones de material, pero decenas de niños reciben clases en galeras improvisadas construidas de lámina y con muros de “maya ciclón” y una que otra lona de campañas políticas para protegerse del sol o de la lluvia, dependiendo de la temporada.
“Hemos hecho muchas gestiones en la Secretaría de Educación y en el Ayuntamiento, pero nadie nos hace caso. Aquí no tenemos ni luz, ni agua, ni baños y eso significa que para las autoridades nuestra escuela no existe”, afirma el profesor Edgar Pérez Sánchez, quien durante diez años se ha dedicado a realizar gestiones para su institución pero sin obtener respuestas positivas.
NO SOLO ESA
Pero no solamente esa escuela enfrenta ese tipo de adversidades, hay muchas otras como la primaria “Belisario Domínguez” conocida como “Tipo Fronteriza” ubicada en el primer cuadro de la ciudad cuyas aulas fueron construidas hace más de 40 años y por la falta de mantenimiento está a punto de colapsar.
Situación similar ocurre con la primaria “Jesús Marcelín Solís” en donde hace un mes se desplomó parte de techo de losa que lastimó a seis niños, pero aún así sus aulas están volviendo a ser utilizadas.

La secundaria técnica número tres y la número uno, también sufren de lo mismo, tanto que existen recomendaciones del Sistema de Protección Civil para que ya no sean ocupadas por los maestros y niños ante el peligro que representan porque en cualquier momento se pueden desplomar.
La problemática educativa es tal que la Escuela Preparatoria número cuatro, fundada hace dos años, hasta el momento no cuenta ni con terreno para ubicarla, tanto así que sus maestros y alumnos andan pidiendo posada y ya han sido amenazados con correrlos de la Normal Fray Matías de Córdova, en donde están hasta el momento.
Padres de familia, maestros, catedráticos y estudiantes han demandado la intervención del gobernador Juan Sabines Guerrero, toda vez que los responsables del sector educativo no han cumplido con la demanda de infraestructura adecuada que permita elevar la calidad de la educación que es una de sus prioridades.

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